Las claves para la motivación laboral

Esta no es una receta mágica de motivación, nada es fácil y menos motivar a la gente. Es una preocupación latente en la historia de la empresa moderna. Una cosa es, quizás, hacer reír ala gente un poco, pero otra cosa muy distinta es motivarlas a realizar las cosas con todas las ganas del mundo.

También es cierto que cada vez nos quejamos más de las nuevas generaciones y eso no es de ahora, desde siempre ha existido esto de que cada generación es distinta, y es muy cierto.

Y es que, nuevamente, históricamente, el cómo motivar a las personas ha sido una de las principales preocupaciones de las organizaciones. Siempre se ha querido saber cómo hacer de que la gente vaya contenta y feliz al trabajo para que dé lo mejor de sí.

También es parte del trabajador cómo hacer para ir deseoso a trabajar, de que no se nos haga pesado de que sea lunes, primer día de trabajo. Y es que la motivación no se enseña, no se demanda ni se exige, sino se capta. Si tú eres trabajador y jefe de grupo y quieres un equipo de trabajo motivado, pues debes mostrarte motivado.

Ten cuidado con los eufemismos

El decir una cosa para, de alguna manera, amenazar a la otra persona para que se desempeñe mejor no funcionará. Por ejemplo, eso de castigar y decir de que esa mala actitud de uno de los trabajadores que puedas tener a tu mando quedará reflejada en su evaluación de desempeño y hasta en la remuneración.

¿Esto es lo que motiva realmente?

Es válido mencionar que si a alguien le gusta su trabajo pues lo hará bien, que si el ambiente laboral es el mejor también trabajarás bien. Sin embargo, hay que ser totalmente sinceros y aunque pueda sonar algo frívolo, lo que siempre va a mover a la gente es el dinero.

Es así, hay mucha gente que piensa de esa manera. Sin embargo el dinero no motiva a la gente. Sí, yo sé que te sonará contradictorio por el párrafo anterior, pero es necesario que se entienda de una vez por todas que el dinero no motiva, ayuda porque es lo que tenemos que ganar para solventar gastos, pero no motiva.

Un paso por la historia de la motivación

La revolución industrial que se dio a fines de los años 1800 y que tuvo su impacto más fuerte en la configuración de las empresas a inicios de los años 1900, nos impuso por primera vez un modelo social de trabajo que se da en el marco de una empresa.

En este marco, empresarialmente hablando, se debía pensar cómo hacer para atraer a la gente o a masas de personas para laborar en una empresa y hace lo que los jefes pidan. Ese es el objetivo netamente de todos los líderes. En esos tiempos era obvio que no había de dónde sacar y copiar métodos para motivar a la gente como hoy en día se tiene.

Solamente habían dos agrupaciones sociales que atraían, llevaban , alineaban, e influenciaban grupos grandes de gente, que eran la iglesia y el ejército. Pero de esas dos no se podía copiar nada porque básicamente es lo mismo, ambos se regían por la fe, un ideal y lo trascendental.

Es por esto que a alguien se le ocurrió motivar con lo que tenían más a mano aquellos pudientes, el dinero. No vamos a entrar en detalles de nombres, quiero que veas como desde muchos años antes y no hasta hace mucho el dinero ha sido usado para dar motivación, cuando al final de cuentas, realmente no motiva.

Y es que antes se creía que el dinero iba a hacer sumergir a la gente en alcanzar los objetivos de la empresa. Y es cierto, sigo insistiendo, pero es mi misión hacerte entender que, aunque antiguamente se hacía eso, aún así tampoco e indudablemente motivabas del todo.

Pero entonces, ¿qué nos motiva realmente?

Cuando una persona esta haciendo algo que disfruta en demasía, simplemente no quiere que termine. Y es que cuando estamos haciendo algo que nos causa tanta emoción y alegría, perdemos la noción del tiempo y hasta de espacio.

Por eso es que hay que darle a las personas recompensas intrínsecas para la sola ejecución del trabajo. Sin duda, esto tiene que ver con la parte vocacional del trabajador, de ti mismo. Sí, es cierto que un gran porcentaje de las personas han estudiado algo que realmente no era su vocación de vida en lo laboral. Obviamente no debes confundir en que lo que se quieren decir es que le vas a dar más por el lado vocacional y no le vas a pagar más de lo que merece el cargo que tiene.

Nunca vas a poder cambiar el dinero por tu vocación y solo recibir las gracias. Esto es una mezcla consensuada, que entre ambos sirven para lograr objetivos y estar totalmente motivados.

Vamos a mencionar tres factores que a un trabajador lo tendrá motivado:

1.- La Autonomía

Es el impulso de todo ser humano de dirigir su propia vida, es algo muy natural que nos hace sentir totalmente responsables de nuestros propios actos y resultados.

Esto es que, la libertad que nos pueda brindar el empleo que tenemos en la empresa, nos mantendrá motivados en un porcentaje muy alto. Si bien es cierto que hay empresas que no facilitan esta libertad, es decisión tuya estar ahí, no solo por la remuneración, sino también por que te sientes bien.

2.- La Maestría

Es la posibilidad de hacer lo que mejor te sale, de imprimirle tu sello a eso que haces porque cada vez lo estás haciendo mejor. Es lo que naturalmente te sale porque están ligadas a tus habilidades propias, porque no todos somos buenos para todo, pero si para ciertas cosas y elegir hacer esas pocas cosas que bien te salen, es el secreto.

3.-El Propósito

Este es que, lo que estamos haciendo pueda servir para un propósito trascendental, que tenga una contribución, ya sea social, ambiental o lo que más desees, pero que solo no sea para elevar el valor accionario de la empresa para la que laboras.

Si llegaste hasta aquí, querido lector, seas trabajador o empleador, todo lo mencionado es la única manera de lograr objetivos, de sentirte cómodo pero sobre todo, motivado.

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